domingo, 10 de abril de 2011

Erasmus, ¿descanso o aprendizaje?

La opción de solicitar una beca Erasmus ronda en la cabeza de muchos estudiantes universitarios; pero, ¿es una experiencia académicamente aconsejable?

Personas como Laura Delgado, Fernando Téllez, Mijail Zbrowsky…, que han vivido fuera de su país durante parte de su carrera universitaria, no dudan en afirmar que es algo inolvidable desde el punto de vista personal. Destacan el gran intercambio cultural que supuso para ellos el conocer a personas de toda Europa, sus costumbres y sus formas de vida.

Sin embargo, reconocen que la elección de sus destinos no fue puramente académica, sino que en la mayoría de los casos buscaban simplemente un lugar. Ciudades que les permitieran divertirse, conocer gente, poder sentirse independientes…, a pesar de no poseer un nivel adecuado del idioma del país de destino en las primeras semanas.

El entorno social de los estudiantes españoles tampoco favorece una selección consciente de su futuro destino; rara vez se analiza el plan de estudios de las universidades asociadas. En vez de esto se busca la similitud tanto cultural como idiomática, así como las opciones de ocio y la facilidad que tendrán para aprobar las asignaturas.

Esta situación es criticada por el experto en Política Educativa de la Unión Europea en la Universidad Autónoma de Madrid, Javier M. Valle quien afirma que el objetivo de la beca debería ser realizar parte de una carrera en el extranjero, y no aprender un idioma como tal. Esta opinión dista de la de algunos estudiantes que han pasado por S.O.S. Erasmus: Laura, por ejemplo, asegura que el sistema educativo español es más sólido que el francés porque apenas han aumentado sus conocimientos prácticos (por la falta de medios) y teóricos de su carrera. Por lo tanto aprovecha su estancia para mejorar el idioma.

La crisis es un factor más a la hora de decidirse a probar esta experiencia. Actualmente la Unión Europea se está replanteando cómo enfocar el tema. Los expertos aseguran que las becas seguirán concediéndose hasta el 2013, pero que a partir de ese momento podrían endurecerse las pruebas para el alumnado. Esto puede contribuir a que las personas que obtengan esta beca vayan con el convencimiento de estudiar la carrera en un idioma que ya dominan y solo necesitan perfeccionar y no tanto por aprender idioma.

Irse fuera del país de origen con una beca es un lujo y una aventura que se recomienda a todo el mundo. Pero hay que saber cuál es el fin de cada paso que damos, y la finalidad de una beca Erasmus es cursar una carrera fuera para fortalecer el nivel lingüístico, no llegar al país de destino con un nivel básico.

En definitiva, disfrutar de una beca Erasmus es un privilegio que no todo el mundo puede permitirse y por ello el alumno debería explotarlo al máximo en el ámbito académico. Esto no quiere decir que el estudiante no pueda disfrutar de momentos de ocio durante su estancia, pero debe tener claras las prioridades de esta beca: perfeccionar el idioma mientras se realiza fuera la carrera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario